Uno de los conceptos estrechamente ligados con el Modelo DTI es el de la mejora continua y, en el ámbito de la gestión turística, éste hace referencia al proceso de aprendizaje al que se someten los destinos turísticos.
Con el fin de mejorar la eficiencia en el proceso de toma de decisiones, se hace uso de herramientas tecnológicas y se fomenta la innovación turística para dar respuesta a las problemáticas y necesidades del destino.
Por tanto, se considera esencial que los destinos cuenten con una Smart Office que se encargue de la gestión de los datos proporcionados por las distintas fuentes de información con las que cuenta el destino, convirtiéndolas en conocimiento y contribuyendo a que el proceso de toma de decisiones se base en datos y no en percepciones.
Pero más allá de eso, la Smart Office también será la encarga de relacionarse con los proveedores tecnológicos, con el fin de obtener el máximo rendimiento de las herramientas implementadas en el destino, y de mejorar la gestión de la gobernanza interdepartamental del destino, complementando las labores de gestión del dato con las de coordinación del Ente Gestor, funcionando como una secretaría técnica que dirija y supervise el correcto funcionamiento de dicho ente.
Para fomentar la inteligencia turística y mejorar la toma de decisiones inteligentes en el destino es esencial tener un nivel avanzado en el uso de herramientas digitales y la cultura de datos.
